jueves, 7 de agosto de 2008

Comida Casera para llevar. ¡qué afortunada!

Hoy no fue como otros tristes días que mi comida es frente a la compu de mi trabajo. Un toper de pollo y verduras cocidas sin sabor. No. Hoy me deleité con comida hecha en casa, con cariño y buen sazón, y además traída por el mejor (y más amoroso) mensajero de todo el mundo. Es una lástima que no hay foto para evidenciar lo delicioso que comí. Y es que en estos días he sido la persona más afortunada. Tengo en casa a los dos hombres más importantes de mi vida: mi esposo y mi padre.

¡¡Mi papá (que tiene un sazón bien sabroso) preparó especialmente mi comida y mi corazonsote de spozo me la trajo!! =)

La semana pasada fuimos por él -en una carrerita- a Apizaco, que es dónde vive y regresamos los tres al día siguiente.
Es parte de mi regalo de cumpleaños 26 =) Tener a mi papá unos días conmigo. Ya lo extrañaba muchísimo. Es que tengo la bendición de que este hombre maravilloso no sólo es mi papá, sino mi mejor amigo, mi maestro, mi gurú, mi guía espiritual en muchos aspectos (él me presentó el budismo zen), mi psicólogo, mi asesor personal, incluso hace unos años fue mi ídolo (ahora sólo es una persona que admiro mucho).

Él me ha enseñado mucho de lo que sé de mi carrera, del trabajo, de la vida. A veces siento que me conoce mejor que yo. Completa mis frases y yo las de él. Adoro a mi papá. Y me encanta que mi Bizcocho me apoye tanto.
Mi papá estaba solito y triste. Abandonado (porque se deja) en la casa de la familia, donde ni mi madre ni mis hermanos lo aprecian. Eso me molesta, de hecho me encabrona. Mis hermanos -par de babosos aborrecentes- que lo tienen allá todos los días no aprovechan al pozo de la sabiduría que es mi padre, porque él es un hombre que si no sabe, investiga. Si le interesa, investiga. Que lee, mucho. Guarda mucha información y además tiene criterio. Puedes preguntarle cualquier cosa sin temor, sin tapujos.
Claro que no siempre ví así a mi pá. Realmente lo conocí cuando tenía 15 años, antes de eso, era un señor desconocido que siempre estaba leyendo o en la compu, que ponía música "aburrida" y que siempre me ponía a estudiar, incluso cuando jugaba, jeje. Gracias a eso, más o menos, pienso.
Por eso es que me duele que estuviera deprimido, sintiéndose inútil porque la familia no lo aprecia y no valora lo que hace, ya no lo busca. Yo sí lo necesito, yo sí lo aprecio. Supongo que hay personas que pueden darse el lujo de escribir libros que tienen contenido -aunque la fuckin editorial no los mueva-. En fin, me da gusto que esté por acá =)

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