miércoles, 11 de junio de 2008

Paseando por el centro del Puerto de Veracruz

Ayer ya les platicaba de esta película del director Majid Majidi que presentaron en el IVEC (Instituto Veracruzano de Cultura)



Esta película está increíblemente hermosa. Es un muy buen trabajo. De hecho ya la había visto por el canal once del Politécnico Nacional (me parece que tiene cobertura nacional) hace unos años, pues la peli es de 1999.

La sinopsis:


Mohammad es un niño ciego de ocho años que estudia en un instituto especial de Teherán. Inteligente e hipersensible, sufre con la rudeza de su padre, un carbonero viudo que ve a su hijo como una maldición de Dios. Esa frialdad marca las vacaciones de Mohammad en su pueblo natal, perdido en las tierras altas del norte de Irán. Allí, el niño intenta ganarse a su padre, que está obsesionado con volver a casarse. Es una espléndida parábola sobre la lucha entre el amor y el egoísmo, y sobre el papel en ella de la oración y del sufrimiento, asumido hasta el heroísmo por el niño ciego.


Me encantaron los colores, las formas, la fotografía, la música, el personaje de la abuela -esa señora es como un ángel, asi de linda-, casi suelto el llanto cuando el nieto llora porque quiere ir al colegio con sus hermanas pero no se lo permitén por su condición y a ella se le escapan unas lágrimas al ver el sufrimiento de su querido Mohammed. Las abuelitas son hermosísimas, este personaje me recordó mucho a la mía.

En general muy buenas actuaciones, el protagonista Mohsen Ramezani que parece ser ciego de verdad, las hermanas amorosas e incondicionales, el padre que siente avergonzado por su hijo, el maestro de Mohammed, el carpintero ciego, todos armonizando. Y ni hablar de los paisajes que son coloridos y otros místicos, magníficos.

Creo que lo que más me gustó fue la manera en la que el director muestra el mundo de los ciegos haciéndo énfasis en los sonidos, muchas de las imágenes son de las manos del ciego percibiendo el mundo. Me gustó la manera en la que demuestra que muchos somos ciegos en otro sentido, el cómo la madurez y sensibilidad de este niño, su generosidad, su amor sincero y su afán por aprender en contraste con el egoismo y la vida temerosa de su padre. Como dice esta otr sinopsis:

La clave saldrá de los labios de la abuela, mujer trabajadora y muy religiosa, ahora enferma y agónica tras una pulmonía cogida al ser separada de su nieto; cuando su hijo pretende consolarla ofreciéndose a traer de nuevo a su nieto al pueblo, ella le responde que no está preocupada por el niño sino por él, y que por ello sólo le queda rezar. Ciertamente, la del padre es una ceguera mayor y más honda, incapaz de saborear la belleza de la vida y la alegría de la naturaleza: una música tormentosa y dramática es la que su alma percibe, mientras que el niño entiende el canto de los pájaros y el aroma de unas flores que se traducen en melodías llenas de lirismo y emoción en su interior.


Los que tenemos la bendición de tener todos nuestros sentidos y las facultades mentales, muchas veces pasamos por alto percibir el mundo con todos los medios que tenemos, se nos olvida explorar el mundo desde otros ángulos. Nos lamentamos por lo que no tenemos cuando deberíamos alegrarnos por lo que SÍ tenemos.

Así que ya saben, si tienen oportunidad de ver esta pelicula se las recomiendo ampliamente. :D

Otra cosa que me llamó mucho la atención fue la poca asistencia que tuvo el evento (no llegamos ni a 10) y en su mayoría eran personas de la tercera edad -supongo que su mayoría son personas que más disponen de su tiempo :( - y no hubo mucho interés en intercambiar puntos de vista...

Quizá la poca afluencia se debiera a que al mismo tiempo se estaba llevando a cabo en Zócalo un concierto por la apertura del Festival Afrocaribeño, el 14 año consecutivo.

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